LA CAJA DEL RECUERDO

             

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Objetivo

Permitir la elaboración de los sentimientos y emociones que se viven frente a cualquier pérdida significativa, como por ejemplo, el fallecimiento de un ser querido, el cambio de residencia, la partida de algún amigo etc. A su vez, dicha actividad favorece el proceso de Duelo propio de cualquier pérdida y brinda la posibilidad de ir poniendo en palabras las emociones que se despiertan cuando se tiene una pérdida significativa.

Cabe destacar que “La Caja del Recuerdo” se puede hacer para cualquier persona, objeto o situación que se ha perdido y ha generado una aflicción emocional.

Materiales

  • 1 Caja de preferencia de cartón (que se pueda pintar, decorar y que permita guardar cosas en su interior).
  • Pintura digital, de agua o acuarelas.
  • Colores y/o plumones.
  • Hojas blancas y/o de color.
  • Artículos de decoración (brillantina, estampas, semillas etc.)
  • Buscar objetos que representen al familiar o a la situación de vida que se perdió.

Actividad

  • Decorar la caja con los colores y las cosas que representan la persona, el objeto o situación que ya no está. Intentar que la decoración tenga símbolos que representen lo que se perdió.
    EJ: si la abuela amaba hacer pasteles, se puede dibujar un pastel en la caja.
  •  Hacer un dibujo en una hoja o una carta dirigida a la persona, situación u objeto que se perdió donde el niño pueda despedirse.
  • Se pueden buscar objetos “extras” que el niño sienta que tienen que ver con lo que se perdió.
    Ej: si se cambió de residencia, el niño puede colocar cosas que le recuerden a su país.
  • De preferencia buscar una foto del familiar, objeto o situación que se perdió.
  • Posteriormente colocar todos los objetos al interior de la caja,  haciéndole saber al niño que esa caja estará ahí para que la pueda ver y revisar cada vez que se sienta triste o esté extrañando.
  • Será importante cerrar la caja y guardarla en algún lugar donde el niño pueda recurrir a ella si así lo desea.

Lo más importante será ir acompañando al pequeño  con nuestras palabras durante la actividad, platicando con él sobre los recuerdos que tiene, haciéndole saber que aunque ese objeto, situación o persona ya no esté físicamente, la podremos recordar siempre y esa caja ayudará a poder hacerlo.

Recomiendo 2 libros:

  1. “El Hilo Invisible” de Patrice Karst.
  2. “No te olvido” de Jennifer Moore-Mallinos.

DATOS DEL AUTOR